Los hombres de Tarragona tienen el peor semen de España

Los hombres de Tarragona tienen el peor semen de España

Escrito por: Sacra    15 agosto 2014     2 minutos

La contaminación atmosférica es uno de los grandes males que padecemos aquellos que vivimos en las grandes ciudades o núcleos rurales donde se asientan un buen número de industrias que tratan con productos químicos. La emisión de ciertos elementos tóxicos resultan especialmente dañinos para algunas partes de nuestro organismo, no sólo para los órganos que intervienen en el proceso de la respiración, si no también para esos otros que creemos están a salvo de cualquier influencia. Al menos así es como hemos llegado a entender que influye directamente, también, en la producción y calidad del semen.

En la ciudad de Tarragona, donde se concentra la mayor parte de industria química de toda España, se ha comprobado que sus hombres tienen verdaderos problemas de fertilidad, provocados por una calidad pésima de su semen, algo que según distintos grupos ecologistas puede deberse a causas ambientales provocadas por la industria química de la zona.

A pesar de las reiteradas denuncias de estos colectivos, los casos siempre habían sido archivados, hasta que ahora un juez ha decidido investigar sobre este grave problema, pidiendo a las autoridades que compruebe y verifique cuales son esas fábricas que emiten sustancias peligrosas y dañinas para la población. En total son 28 empresas petroquímicas que proporcionan el 25 por ciento de la producción del país, de hecho la mitad del plástico producido en España sale de estas empresas.

El estudio que ha llevado a esta tremenda preocupación fue realizado en 2002 por el Instituto Marqués de Ginecología y Obstetricia, que arrojó unos resultados demoledores. El 53 por ciento de los tarraconenses presentan un semen que no cumple con los parámetros establecidos por la OMS. La concentración era de 65 millones por mililitro, mientras que en A Coruña era de 91 millones. También se hacía sentir en la movilidad: en los gallegos era de un 28 por ciento, mientras que los hombres de Tarragona era sólo de un 6 por ciento.

Vía | Público
Foto | El Economista