Hay que extremar el cuidado al usar polvos de talco

Hay que extremar el cuidado al usar polvos de talco

Escrito por: Belén    27 julio 2009     2 minutos

Antiguamente a los bebés se les ponía polvos de talco al cambiarles el pañal. Hoy día su uso para bebés ha quedado muy limitado, incluso hay pediatras que los desaconsejan. El peligro de los polvos de talco es la inhalación. Si llegan a la boca o a la nariz del niño, puede aspirarlos o tragarlos e intoxicarse. Si eso ocurre, lleva al niño a un sitio ventilado y llama al médico. No le hagas vomitar. La gravedad dependerá de la cantidad ingerida y el tiempo que transcurra hasta que reciba ayuda. Los síntomas más comunes, aunque no los únicos, son tos, enrojecimiento de ojos y garganta e incluso dificultad para respirar. También podría vomitar.

Sin embargo, los polvos de talco pueden utilizarse para los bebés tomando precauciones. Puedes ponerte los polvos en las manos, lejos del bebé y frotarle con ellas, así no hay riesgo de que vuele sobre su carita. Ten siempre la precaución de manejar el talco lejos de la cara del niño. Cómpralo en la farmacia, comprueba que no está caducado y nunca dejes al bebé jugar con el bote.

El talco seca la piel y por eso se utiliza en los pliegues del niño y en caso de irritación del culete. Hay muchas cremas en la farmacia que alivian la irritación de la zona del pañal, consulta con el farmaceútico cual es la que más te conviene porque algunas son específicas para cuando la irritación es severa. Suelen ser cremas muy espesas con las que hay que cubrir la zona enrojecida.

Con mi hija siempre utilicé cremas hasta que tuvo una irritación más fuerte de lo normal, y recurrimos al talco. Fue muy bien, le alivió y se recuperó muy pronto. Desde entonces siempre tengo talquistina por si acaso, aunque la primera elección sea la crema.

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Foto | Bibes y potitos