Hace rabiar a su hija porque quiere ser del Atleti

Hace rabiar a su hija porque quiere ser del Atleti

Escrito por: Belén    15 mayo 2014     2 minutos

Hay un vídeo circulando por Internet en el que una niña pequeña, de unos 3 o 4 años, llora desconsolada. El motivo es tan absurdo como el equipo de fútbol al que quiere pertenecer. Su «estupendo» papá quiere que su hija sea del Real Madrid, pero la niña quiere ser del Atleti. Supongo que el padre no tiene un sentimiento tan profundo por su equipo como para que crea necesario hacer sufrir a su hija, por lo que entiendo que solo la está haciendo rabiar.

Se que hay mucha gente a la que le gusta chinchar a un niño y ver como se defiende. En cierto modo es un entrenamiento vital más, le estás proporcionando habilidades sociales. No pasa nada si se sabe donde está el límite, que es por supuesto, cuando el niño lo va a empezar a pasar mal de verdad. Pero llevarlo al extremo de hacer llorar al niño y como en este caso, grabarlo y compartirlo como algo divertido, no me parece lógico.

La niña sufre porque está llevando la contraria a su padre y porque cree que su papá tiene poder como para que ella sienta lo que no quiere. Aún no sabe que los sentimientos, los pensamientos y las emociones no se pueden censurar. Todavía no sabe que no tiene que pelear para ser del equipo que quiera, que con sentirlo ya lo es. Tampoco sabe que no necesita la aprobación constante de su papá. Pero, su padre sí y está aprovechándose del cariño y el respeto que le tiene su hija. ¿Para qué? para divertirse y subir un vídeo que puede convertirse en viral. Quizá no se da cuenta que para la niña es un disgusto real, que enfrentarse a papá no es nada sencillo, es algo que les cuesta mucho porque le tienen idealizado.

Hay tantos momentos en los que haremos llorar a nuestros hijos por su bien, que no tiene sentido hacerlo por placer. Educarles es, entre otras cosas, negarles caprichos y corregir actitudes aunque no lo entiendan y les frustre. ¿En serio es necesario hacerles llorar por tonterías?.

Permitidme cambiar el tono para decir que creo que el que rabia de verdad aquí es el papá de Jara que sabe que por mucho que haga, las rayas rojiblancas del corazón de su pequeña no desteñirán jamás. (¿Se me ha notado mucho?)

Foto | Loucos pelo futebol