Los factores que determinan la forma de la barriga de la embarazada

Los factores que determinan la forma de la barriga de la embarazada

Escrito por: Sacra    8 octubre 2009     2 minutos

Una vez la embarazada empieza a perder cintura y crecer en barriga, es inevitable la comparación con otras futuras mamás. ¿Por qué aquella la tiene tan redondita?… ¿tenerla picuda significará algo?… y esa otra la lleva más abultada, en cambio la de allá apenas se le nota… A todo esto siempre llegará la abuela de turno que te dirá que si es niña la tripa crece en forma de pico y si es niño será más redonda, o al revés.

Lo cierto y verdad es que no existen dos barrigas iguales, del mismo modo que no existen dos embarazadas iguales. Son muchos los factores que determinan que nuestra panza crezca de un modo u otro, aquí te contamos algunos:

  • La relación de tamaño y estatura entre la madre y el hijo. Es lógico que aquellas mujeres cuya constitución pélvica es estrecha, tengan una barriga mucho más prominente, ya que el bebé se vuelca hacia afuera buscando sitio suficiente donde poder desenvolverse.
  • Embarazos múltiples. A fin de albergar a dos o más criaturas, las tripas de las embarazadas múltiples son mucho más voluminosas que las de un sólo embrión.
  • La postura de la embarazada. Si la mujer tiende a caminar con los hombros hacia atrás o padece algún tipo de molestia que le obliga a llevar la espalda excesivamente rígida, entonces la barriga sale más y tiende a verse más abombada.
  • La posición del bebé. Si está colocado cerca de la cara posterior del útero, la tripa abulta menos. Pero si está colocado transversalmente, entonces se ve mucho más ancha que larga.
  • La cantidad de líquido amniótico. Hacia el final del embarazo, el feto vive flotando en un litro de líquido. Pero, como en casi todo, nada es exacto y esa cantidad puede variar en distintas mujeres. Esa diferencia marcará si la tripa es más o menos grande.
  • El número de embarazos. Con el segundo embarazo la tripa tiende a notarse mucho antes que con el primero. Y a partir del tercero, tiende a aumentar más a lo ancho.
  • El tamaño del bebé. El volumen de la barriga puede deberse, en algunos casos, al tamaño que tenga el feto aunque no siempre es así. Si un bebé de gran tamaño está colocado cerca de la parte posterior del útero puede que abulte menos que aquel otro que tiene unas dimensiones menores.

Vía | Ser Padres