Las etapas del bebé y las prisas de los primerizos porque las superen

Creo que podemos dividir a los padres primerizos, generalizando, en dos grandes grupos: los que parecen permanentemente asustados por la crianza y, los que creen saberlo todo porque se han leído todo lo que ha caído en sus manos. Unos y otros suelen darse cuenta que no era para tanto y se toman la llegada del segundo bebé con menos intensidad. No es que no le quieras igual o no te haga inmensamente feliz, es que ya sabes lo que te espera y lo que es más importante, sabes que podrás afrontarlo.

Otro rasgo que delata a los primerizos es la urgencia. Parecen tener prisa porque el bebé crezca y supere sus primeras etapas. En el parque son frecuentes las conversaciones sobre lo rápido que ha aprendido el bebé a mantener la cabeza erguida, lo pronto que se ha sentado, ha gateado, ha dicho sus primeras palabras o ha comenzado a caminar. Luego llega lo bien que come o lo rápido que ha dejado el pañal.

Parece una carrera y te encuentras en situaciones tan absurdas como dándole un cepillo a tu bebé porque alguien te ha dicho que el suyo ya se peina solito. Mientras unos presumen otros se sienten mal porque sus hijos van más despacio. Afortunadamente siempre hay alguien con sentido común que le da la importancia que tiene, ninguna. Todos los bebés sanos terminan hablando, caminando, corriendo y saltando y, la precocidad pocas veces es reflejo de una alta capacidad.

Aunque se que no servirá de nada, trata de disfrutar de cada momento de tu bebé y olvídate del resto. Sigue el consejo de tu pediatra y observa lo amplios que son los márgenes de normalidad durante el crecimiento. No dejes que nadie meta prisa a tu hijo. Serás más feliz y podrás vivir con mayor intensidad cada uno de sus días y pequeños logros.

Foto | Flickr-Cary and Kacey Jordan

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