Estimulación ovárica

La estimulación o inducción ovárica es un tratamiento indicado en casos de infertilidad. Ayuda a normalizar el desarrollo de los óvulos y provoca la ovulación en mujeres que no producen óvulos en sus ciclos y que no pueden quedar embarazadas. También se utiliza para aumentar el número de óvulos en aquellas que se someten a inseminación artificial.

El segundo o tercer día del ciclo, la mujer recibe un preparado hormonal por vía oral o inyectadas. A partir del cuarto día se realiza un seguimiento mediante ecografías, del número de folículos y su tamaño. En muchos casos también se mide el nivel de estrógeno circulante.

Cuando un folículo alcanza los 18 milímetros, se suministra otra hormona en dosis única, para provocar la ovulación. Si el fin es la fecundación in vitro, y se desarrollan más de dos folículos, se suele suspender el tratamiento para evitar embarazos múltiples e hiperestimulación ovárica.

El éxito del tratamiento depende de muchos factores, como la edad de la madre o el motivo de la infertilidad. Si se logra el embarazo, el desarrollo será el mismo que con la concepción natural. No habrá ninguna indicación especial para su seguimiento. El tratamiento tampoco afecta al parto ni a la lactancia.

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