Enamoradas de nuestros bebés

Enamoradas de nuestros bebés

Escrito por: Belén    14 febrero 2012     2 minutos

El enamoramiento no es exclusivo de las parejas

En el día de los enamorados me he acordado de algo que me dijo una amiga al poco de nacer mi niña, «las madres os enamoráis de vuestros bebés». Según la RAE, enamorar es excitar en alguien la pasión del amor y amor es sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Supongo que tiene razón, porque ambas pueden definir el sentimiento materno, aunque quizá se queden cortas.

Como el amor entre adultos, el maternal o paternal es una técnica de supervivencia de la especie. Los bebés son gorditos, con mofletes y ojazos para inspirar ternura, parecer desvalidos y que no se les abandone. Los cerebros de sus padres se alteran para evitar dicho abandono y para hacernos ver las virtudes de los hijos con más facilidad que los fallos. Feromonas, feniletilamina, dopamina y por supuesto oxitocina, la hormona del amor, son las responsables de estos cambios, y aunque suene poco poético, del amor.

Pero, a diferencia del amor romántico, el que se siente por los hijos no tiene fecha de caducidad. Solo hay que ver el orgullo de los padres cuando su, ya no tan niño, logra algo en la vida, o la cara de la ancianita a la que visita su hijo tras un tiempo sin verse. Eso es felicidad.

Volviendo a lo que decía mi amiga, creo que es cierto. Necesitamos tenerles cerca, tener contacto físico frecuente, nos emocionamos con cualquier cosa que hacen, queremos que nos dejen formar parte de sus vidas para siempre y, un signo inequívoco: no paramos de hablar de ellos, como cualquier adolescente enamorada habla de su novio, porque son el centro de nuestras vidas.

Así que, mamás y papás ¡Feliz San Valentín!

Foto | Flickr-Lady-bug