Embarazo, semana 34

Embarazo, semana 34

Escrito por: Belén    7 noviembre 2009     3 minutos

A estas alturas del embarazo ya puedes plantearte hasta cuando trabajarás. Lo normal es que estés cansada y puedes tener los tobillos, los pies e incluso la cara hinchada por la retención de líquido. Si la inflamación es repentina debes llamara a tu médico. Si tienes molestias en la pelvis o en la espalda coméntalas con tu médico de cabecera para que valore la conveniencia de que sigas desarrollando tu trabajo. No es una competición para ver quien se acerca más a la fecha de parto, se trata de tu salud y la de tu niño, y piensa que la empresa ya sabe que estarás una buena temporada de baja.

Para aliviar la hinchazón por la retención de líquidos, lo mejor es poner las piernas en alto y beber mucho líquido, aunque parezca una contradicción. Para llevar mejor el cansancio, procura descansar y dormir cuando te lo pida el cuerpo. Ten en cuenta que cuando nazca el bebé tus ratos de siesta y descanso dependerán de él. Si estás embarazada de varios bebés, el parto puede estar muy cerca según la estadística. Un 50 por ciento de partos múltiples suceden entre la semana 34 y la 37.

Las contracciones son muy frecuentes pero de momento no son rítimicas ni dolorosas. Si notas que cambian, presta atención por si el parto se adelantara.

Hay varias cosas que podeís hacer los padres para que el tiempo no se haga tan largo. Podeís preparar el sistema de seguridad que usareís en el coche. Cuando salgaís del hospital con el bebé ya lo necesitareís y no es el mejor momento para aprender a ponerlo. Es preferible dejarlo montado un tiempo antes y tranquilos que con la práctica es muy fácil de poner y quitar.

Si has decidido dar el pecho a tu bebé y eres primeriza, lo mejor es que vayas recabando información sobre la lactancia. Es un proceso natural pero como hemos dicho otras veces, la ansiedad y el desconocimiento pueden frustrarlo. Por si acaso prepara en tu bolsa los datos de algún grupo de lactancia que tengas cerca, ellas te ayudarán a que sea exitosa y satisfactoria. Y si no se puede ya sabes que existe la leche de fórmula.

Mientras tu bebé sigue creciendo a gran ritmo. Sus ojitos se abren y cierran según esté despierto o dormido. Su piel va perdiendo el lanugo, aunque puede quedar algo después del parto, y el vérnix va engrosando. Sus órganos están listos para el nacimiento con excepción de los pulmones que pueden necesitar más tiempo de maduración. Sus posibilidades de supervivencia en caso de parto prematuro son muy altas.

Es frecuente que el niño ya esté colocado para nacer, pero algunos esperan más tiempo y otros no lo hacen. El ginecólogo es quien puede contarte en que posición se encuentra.

En este momento el bebé mide unos 32 centímetros de la coronilla al coxis y pesa unos 2.200 gramos.

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Foto | Um die Welt