Ejercicios para las embarazadas en la piscina

Ejercicios para las embarazadas en la piscina

Escrito por: Sacra    29 junio 2009     2 minutos

El verano es un momento ideal para disfrutar de la piscina y si estamos embarazadas, muchísimo mejor. De forma moderada y sin que suponga un sobre-esfuerzo exagerado, practicar la natación es una de las prácticas recomendadas para mantenerse en buena forma y preparar, adecuadamente, nuestros músculos para el momento del parto.

Aquí os dejamos algunos ejercicios sencillos que os ayudarán a relajaros, tonificaros y, sobre todo, divertiros.

  • Relajar los músculos. Ve nadando de espaldas unos metros y luego quédate flotando mientras sacudes brazos y piernas para relajarlos. También puedes hacerte la muerta, concentrándote en tu respiración.
  • Mejorando la circulación. De pie en la piscina, con el agua al cuello y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Flexiona las rodillas y da saltos mientras tomas aire. Avanza por la piscina dando saltos, sin que la barriga sobresalga del agua.
  • Fortalecer los abdominales. Pega la espalda a la pared de la piscina en la zona que cubre y sujétate con las anos al bordillo. Coge aire, junta las piernas y ves subiéndolas lentamente al compás de ir expulsando el aire.
  • Refuerza los pectorales, los brazos y el tronco. De espaldas al bordillo, pones los brazos en cruz y te agarras con las manos al borde. Eleva tu cuerpo sin ayudarte del fondo, sólo haciendo fuerza con los brazos.
  • Elasticidad para el periné. De cara a la pared de la piscina con los brazos estirados y las manos cogiendo el bordillo. Los pies apoyados en el fondo. Bajar hasta que parte de la cara quede sumergida.
  • Desbloqueando la pelvis. Elegir la zona que no cubre, ponte de pie y mantener la espalda recta. Levantar una pierna y abrirla, lentamente, hacia un lateral. Mantener el equilibrio unos segundos. Bajarla suavemente.
  • Espalda descargada. Una forma de relajarla es subir y bajar de forma vertical hacia el fondo de la piscina. Es importante concentrarse en la respiración.
  • Un abrazo relajante. Sumérgete y adopta la posición fetal, concéntrate y visualiza a tu bebé. Él se encuentra así, como tú, relajado, flotando felizmente igual que tú.

Vía | Crecer Feliz