Dormir sin lágrimas es posible: el método Rosa Jove

Dormir sin lágrimas es posible: el método Rosa Jove

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    4 marzo 2017     3 minutos

Dormir es muy importante para todas las personas, conseguir hacerlo es un proceso que se adquiere con el tiempo. Un bebé no duerme de la misma manera que un niño y un niño no lo hace igual a los adultos. En cada etapa de la vida el sueño busca cumplir necesidades distintas.

La doctora Rosa Jove ha creado un interesante método para que los niños puedan irse a dormir sin berrinches, lágrimas, ni angustia.

Según la doctora existen, en los bebés pequeños, dos fases del sueño que se pueden diferenciar bien: el sueño activo y el sueño lento, al llegar a los 7 a 10 meses ya se han alcanzado todas las fases, aunque la duración de las mismas será diferente a la de los adultos.

Es normal que los niños no quieran meterse en la cama y tengan alteraciones en el horario del sueño.

Los niños y las personas adultas se despiertan varias veces por la noche, la diferencia es que los adultos podemos regresar al sueño rápidamente, los niños en su debido momento también podrán hacerlo, pero este es un proceso evolutivo que requerirá tiempo.

Es normal que los niños no quieran meterse en la cama y tengan alteraciones en el horario del sueño, por esa razón es necesario establecer una rutina y, los adultos, deberemos ayudarlos a diferenciar el día de la noche.

Jove considera que existen dos trastornos del sueño: las disomnias y las parasomnias. Las disomnias son las alteraciones en la cantidad y la calidad del sueño, las parasomnias son los acontecimientos o conductas anormales que se producen cuando se duerme. Los niños suelen sufrir de disomnias, pero las pesadillas o el sonambulismo es motivo de preocupación para muchos padres. Jove señala que: “En los niños, la mayoría de las parasomnias suelen mejorar si se acuestan con poco cansancio y ansiedad. Para ello podemos seguir un horario prudente de acostarlos, intentar que estén relajados y hacerles compañía o dormir con ellos”.

A partir de la década del 50 del siglo pasado se comenzaron a ver diferentes formas que aconsejaban cómo lograr que los niños pudieran dormir. Muchas de esta metodologías consideraban que se tenía que dejar llorar al bebé hasta que se durmiera solo. La verdad que no existía diferencia entre todos los métodos que aconsejaban dejarlo llorar, se puede si ver una diferencia en el hecho de usar este método antes o después del año de vida y as consecuencias dependiendo la edad pueden variar mucho. Según Jove estos métodos no enseñan a dormir sino que lo único que logran es provocar un shock emocional que alterará los niveles de las principales hormonas encargadas de regular las emociones.

Su método, denominado ‘Dormir sin lágrimas’ relaciona la lactancia materna con el éxito para que el bebé logre dormirse, esto se logra por el contacto relajante con la madre, el hecho de succionar que lo tranquilizará y la composición de la leche. Además se destacan las cualidades positivas del colecho o del hecho de dormir con el bebé, en esos casi, si el pequeño se despierta al ver a sus padres cerca se sentirá más tranquilo y podrá volverse a dormir rápidamente.

Vía | Psicologia global
Foto | Pixabay – Tawnynune


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