Depresión durante el embarazo

Estar embarazada no siempre implica ser feliz ni que una depresión previa se cure de golpe. Se puede estar embarazada y deprimida y es una situación que podría perjudicar al feto. Es un trastorno más frecuente de lo que pensamos, una o dos embarazadas de cada diez tienen síntomas de depresión mayor. Además entre las otras ocho mujeres, varias pueden tener síntomas depresivos sin que lleguen a ser una depresión clínica.

La depresión no es una enfermedad que pueda obviarse ya que hay riesgo de que afecte al feto. No se conoce el motivo pero sí que incrementa en dos veces, el riesgo de tener un parto prematuro. El parto antes de la semana 37 es la primera causa de mortalidad infantil. Por lo tanto es importante pedir ayuda médica cuando la embarazada o su entorno, detecten síntomas depresivos.

Durante la gestación el uso de algunos antidepresivos está desaconsejado por los daños que pueden causar al feto. Entre ellos están los más utilizados contra la depresión, la paroxetina y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, a este grupo pertenece el famoso Prozac. Será el psiquiatra quien pueda aconsejar sobre la toma de algún otro tipo de antidepresivo.

Pero hay otras terapias sin medicamentos que pueden ayudar a la futura mamá. La terapia cognitiva, la hablada o la fototerapia si el trastorno se produce por la estación del año (otoño e invierno), son algunas alternativas. Una depresión no se cura sólo con desearlo o con fuerza de voluntad, no se da en personas débiles, no es algo vergonzoso. Es importante pedir ayuda a un médico que valorará la necesidad de que la madre reciba tratamiento psiquiátrico o psicológico.

Vía | Medline Plus
Foto | Health News

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