Consejos para preparar papillas de frutas, zumos y compotas

Aunque será el pediatra el que te vaya indicando el momento ideal para que tu pequeño empiece a combinar sus tomas de leche con otros alimentos, sabemos que uno de los primeros que va a ir probando es la fruta. Gracias a su agradable sabor y sus infinitas propiedades nutricionales, los zumos de fruta ya pueden empezar a darse a partir de los cuatro meses.

Al principio los mezclaremos con un poco de agua para hacérselos más claritos y más digestivos, pero a medida que vaya creciendo y su estómago los vaya tolerando, iremos disminuyendo la cantidad de agua para ofrecerle una bebida más concentrada. De ahí pasaremos a la compota y la papilla hasta que, con la llegada de los dientes, le ofrezcamos la pieza de fruta entera.

Siempre que vayamos a preparar cualquier plato con fruta, y con el fin de no perder las propiedades nutritivas, lo haremos poco antes de tomarlas. En ningún caso pondremos ni azúcar ni miel ya que la fruta lleva suficiente cantidad de fructosa como para que resulte un plato dulce y bien sabroso. También debemos tener en cuenta que es mejor elegir aquellas frutas maduras antes que las verdes.

Si tenemos la fruta en la nevera debemos sacarla unas horas antes, la fruta a temperatura ambiente está mucho más sabrosa que si la tomamos fría. En época invernal no está de más calentar la papilla o la compota al baño María, así le será mucho más agradable de tomar.

Las papillas de fruta se pueden preparar de muchas formas y combinando otros alimentos. Un estupendo aliado, por ejemplo, es el yogur que nos permite ofrecer distintos sabores y combinaciones con el fin de no aburrir sus comidas. A partir de los 8 o 9 meses podemos añadirle, también, galletas para que le dé un toque especial.

Fuente | “La alimentación infantil” – Assumpta Miralpeix (Plaza y Janés Editores 2002)
Foto | Sanamente

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