Los cambios en la visión del bebé

Los cambios en la visión del bebé

Escrito por: Sacra    31 agosto 2009     2 minutos

Los cambios que se producen en nuestro bebé desde su nacimiento se desarrollan de forma muy rápida. Sus sentidos pasan de ser de pequeños descubrimientos a todo un universo donde el mundo se va ampliando a modo de hallar formas, sonidos y perfumes de los que, hasta entonces, no tenía conocimiento. Es, por lo tanto, la primera evolución de nuestro bebé hacia el encuentro del mundo exterior.

De recién nacido, es imposible determinar cuánto ve. Sí sabemos que su visión no es buena, parpadea en respuesta a la luz brillante o cuando se le toca los ojos, también puede dar la impresión de ser bizco ya que no los tiene coordinados. Es capaz de mirar fijamente a un objeto si lo tiene cerca y seguir con la vista su movimiento, esto lo podrás comprobar, sobre todo, cuando el pequeño haya cumplido un mes, para entonces ya es capaz de seguir objetos que se muevan de forma horizontal, incluso intenta evitar cualquier objeto que se le acerque excesivamente a su cabeza.

De los dos hasta los cinco meses, aproximadamente, su vista se desarrolla de forma sorprendente. Así ya es capaz de prestar atención a los movimientos, mirarse sus manos, mirarse al espejo y reconocer objetos que le son cotidianos y cercanos: el biberón, el chupete o su peluche.

A los seis o siete meses nuestro pequeño ya tiene una visión plena, reconoce lo que ve y ya empieza a conectar los distintos sentidos que le van descubriendo sus capacidades. Es capaz de ver a distancias más largas y ya distingue los colores. Vuelve la cabeza para ver un objeto, se reconoce e intenta tocar su imagen en el espejo y ya siente simpatía por algún color en particular.

Pero es desde los ocho a los doce meses cuando el niño establece y asienta el dominio de sus sentidos. Es durante este periodo cuando empieza la conquista de su independencia ya que, entre otras muchas cosas, empieza a andar, para entonces el pequeño maneja los cinco sentidos a la perfección, entre ellos la vista. A partir de ahora ya tiene una percepción visual sobre la profundidad, puede mirar objetos que se muevan rápido, así como aquellos otros pequeños y casi minúsculos.

Vía | Cuidado Infantil