Alergia a los cacahuetes
En los últimos diez años se han duplicado los casos de alergia a los cacahuetes, en países como Reino Unido, Australia y Estados Unidos, razón por la cuál las guías médicas de estos países recomiendan que no se consuman estos frutos secos durante el embarazo, la lactancia, ni los primeros años de vida de los niños, buscando prevenir la recurrente alergia al cacahuate; sin embargo, un reciente estudio sugiere que la medida es contraproducente.
Los datos consignados en la revista ‘The Journal of Allergy and Clinical Immunology’, afirman que las personas que evitan el consumo de cacahuetes y otros frutos secos en la niñez, son diez veces más propensos a desarrollar alergia, que quienes los comen regularmente desde la infancia. Según opinión de muchos pediatras, los niños menores de cinco años no deben comer frutos secos, porque podrían ahogarse.
Este estudio fue realizado por investigadores del Reino Unido, Estados Unidos e Israel, midiendo la incidencia de la alergia en dos grupos genéticamente similares, pero con diferentes hábitos alimenticios: se estudiaron 8.600 judíos, que residieran en El Reino Unido e Israel. Se entrevistaron a las madres de los pequeños comprendidos entre los 4 y 24 meses de edad, evaluando la cantidad de frutos secos que comían y desde qué edad.
Los casos de alergia son mayores en el Reino Unido, donde solo el 10% de los niños come cacahuetes a los 9 meses, mientras que a esa edad los comen el 70% de los pequeños en Israel, quienes los siguen comiendo con frecuencia durante toda su niñez. Por este resultado, se preguntan los investigadores, si el temprano consumo de cacahuetes hace que se genere algún tipo de tolerancia, que prevenga el desarrollo de la alergia.
En contraposición, las actuales recomendaciones para las madres embarazadas y lactantes y los pequeños de corta edad, en países como Reino Unido y Australia, incluyen que eviten este tipo de alimentos, incrementando talvez, el aumento continuado de casos de alergia; los investigadores sugieren que se intensifiquen los estudios al respecto, antes de seguir promoviendo o rechazando el consumo de los frutos secos.
Vía l El Mundo
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