Abrigar al bebé sin que pase frío ni calor (II)

Ya hemos visto con anterioridad, algunas señales para descubrir si nuestro bebé tiene frío o calor, de eso dependerá su descanso y su tranquilidad tanto del día como de la noche. No solamente tenemos que tener en cuenta la ropa que vamos a colocarle al pequeño estando en casa. También la temperatura ambiental es muy importante, dependiendo si es de día, de noche o de la época del año en el que nos encontremos.

Durante el día el ambiente ideal debe estar entre los 22 y 24 grados. No intentes subir la temperatura más de ahí, es preferible que lo arropes un poco más que someterlo a un ambiente demasiado cargado. Esto les puede ocasionar irritabilidad ya que les resulta extremadamente molesto. Debes evitar, eso sí, las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura (si lo pasas de una a otra habitación con ambientes distintos).

Por la noche la temperatura nunca debe superar los 22 grados. Ten en cuenta que el exceso de calor es uno de los factores de riesgo para que se produzca la muerte súbita. Según lo friolero que sea, ponle un pijama más o menos abrigado y si a la madrugada refresca, ponle una sábana por encima. En invierno lo mejor es vestirlo con un pijama-saco y olvidarte de las mantas, así evitarás que le pueda tapar la cara y asfixiarse. Ten presente, siempre, que tenga los pies bien calientes, así el sueño será más dulce y más reparador. No sitúes la cuna cerca de la calefacción y coloca un recipiente de agua para evitar que el ambiente se reseque.

En cuanto al momento del baño debemos mantener el agua a unos 38 grados. Le lavaremos la cabeza a lo último para evitar que se enfríe y no prolongarlo más de 3 o 4 minutos. En cuanto lo saquemos del agua hay que envolverlo, inmediatamente, en una toalla, cubriéndole la cabeza. Una vez seco le aplicaremos crema hidratante, esta le ayudará que su piel resista mucho mejor el frío y el calor.

Vía | Crecer Feliz

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